Cuando nos casamos nuestro cuerpo puede cambiar, pero qué tiene que ver el matrimonio para que nuestros cuerpos empiecen a almacenar algunos kilos de más.
Muchos seguramente nos hemos hecho cierta pregunta en algún momento de nuestras vidas. Sobre todo, cuando vemos a nuestros amigos contraer nupcias y notamos los cambios físicos en la nueva pareja.
Así que, vamos a centrarnos en la idea del matrimonio y cada uno de los nuevos hábitos que adquirimos hace que obtengamos aumentar el número en la balanza. Y además, algunos estudios han sido realizados para evaluar las razones de ello.
Porque muchas de las personas que fueron parte de este estudio, aproximadamente 8 de 10 personas afirmaron que la balanza se movía en favor del sobrepeso una vez que cambiaban su estado civil. Y permanece la pregunta.
¿Por qué el matrimonio engorda?
Según múltiples estudios realizados en Estados Unidos, se ha llegado a la conclusión de que el sobrepeso es contagioso. Además, cuando las personas se encuentran en convivencia, los hábitos alimenticios dejan de ser del todo saludables.
Es decir, según esto quiere significar que el estado de gordura afecta a la pareja por igual, por los hábitos que se empiezan o dejan una vez que entran en convivencia. Y a eso se le debe la razón de que el sobrepeso es contagioso.
Trece sobre once
A través de los años y los múltiples estudios realizados, se ha llegado a la conclusión de que, las personas a lo largo de su vida, siempre aumentan de peso. En el caso de los hombres, son once kilos y las mujeres siete.
Sin embargo, cuando las personas deciden hacer cambio de su estado civil esta cifra cambia. Es decir que, para los hombres pasan a ser trece kilos y las mujeres aumentan once, por el simple hecho de complacer al otro.
Esto no quiere decir que se complazcan subiendo de peso, sino más bien que cuando las personas se encuentran en pareja, suelen comer mucho más porque la acción se vuelve mucho más placentera cuando estas con la persona amada.
Además, cuando se empieza la convivencia con alguien y las responsabilidades aumentan, los horarios se aprietan y se acumulan otros motivos. Lo que hace que, las parejas escojan opciones de comida rápida por las noches, y no preparan la cena ellos mismos.
E incluso, ocurre con esas concesiones acerca de lo que quiere comer tu pareja. Es decir, en algunas ocasiones las parejas con el fin de satisfacer al otro, deciden comer algo diferente, que en muchos casos no termina siendo muy saludable.
No subimos, bajamos
A pesar de los que muchos creen, existen parejas casadas y en convivencia que en vez de subir de peso, baja. Y esto se debe a que, la pareja empieza a practicar hábitos mucho más saludables. Y generalmente ocurre gracias a las mujeres.
Aunque claro está que, mientras alguno tenga hábitos alimenticios saludables antes de empezar la convivencia, las decisiones con respecto a la comida, giran en torno a decisiones de las comidas balanceadas y de quien prepara las comidas.